Abenilla es uno de los núcleos deshabitados situados en la margen
derecha del río Guarga. Sus edificaciones se asentaronsobre un
aterrazamiento natural en la falda sur de la Sierra de Portiello, muy cerca de los barrancos de Vilas y Linar. Se
accede por una larga y tortuosa pista de tierra de unos 8 kilómetros que parte
desde la localidad de Ordovés.
Su primera cita documental data del año 1035. Casi todos los documentos conservados lo relacionan con el monasterio de San Andrés de Fanlo y posteriormente con el de Montearagón. En 1488 abría dos hogares. En 1910 contaba con 71 habitantes y en 1950 con 37.
Durante el pasado siglo XX mantuvo seis viviendas abiertas. Sus nombres eran: Escar, Claver, Castán, Oliván, Martín y Estaún. Actualmente solo casa Oliván se mantiene digna. Presenta chimenea pirenaica que la hace destacar sobre el resto. De las otras viviendas destacaremos alguna portada de medio punto y un par de dinteles (nos gustó mucho uno con fecha de 1909).
Los huertos se encontraban al sureste, donde según dice una tradición mana una fuente que no se ha secado nunca. Principalmente cultivaban trigo, cebada y algo de mijo.
Aparentemente da la sensación de que el pueblo está construido sin ningún tipo de orden. Sus viviendas se levantaron adaptándose a las múltiples irregularidades del terreno y van bajando desde el solano hasta la misma iglesia, situada en la parte más baja.
Su parroquial es de estilo popular y está dedicada a San Martín.
Presenta nave única, dos capillas ubicadas entre los contrafuertes y cabecera
de testero recto.
En su lado norte se halla una interesante torre defensiva del siglo XVI. Cuando
dicha torre perdió la utilidad para lo que fue concebida, se aprovechó como
basamento para levantar sobre ella el campanario de la nueva iglesia (s.
XVIII). La torre tiene planta trapezoidal y cuatro plantas, levantando unos 17
metros de altura. El acceso a la planta inferior se realizaba mediante una
pequeña puerta adintelada que permanece tapiada desde finales de los años
treinta. Las diferentes aspilleras existentes en la torre ponen de manifiesto
la clara vocación original de fortaleza defensiva.
Otro edificio a nuestro juicio interesante es la destechada ermita de
San Juan. Se sitúa a unos 600 metros al sureste del caserío. Llegaremos hasta
ella por medio de un hermoso sendero. Es un modesto edificio alzado
con aparejo de mampostería de planta rectangular y cabecera recta. La puerta de
acceso abría en su muro oeste, entre dos sencillas ventanitas. Datable en el siglo XVIII.
Las fiestas grandes de Abenilla se celebraban el día 11 de noviembre, día de San Martín. Las pequeñas eran el 24 de junio, para San Juan.
Los habitantes de esta localidad eran conocidos como “Montenidos” o “Extravíos”, por su carácter agreste, bastante diferente, parece ser, a la gente de los pueblos cercanos.
Fotografía 1; Abenilla (Cristian Laglera)
Fotografía 2; Iglesia parroquial (Cristian Laglera)
Fotografía 3; Puerta de acceso (Cristian Laglera)
Fotografía 4; Interior de la iglesia (Cristian Laglera)
Fotografía 5; Viviendas en la parte alta (Cristian Laglera)
Fotografía 6; Ermita de San Juan (Cristian Laglera)