Letosa
es hoy un pueblo situado lejos de todo, ubicado
en un paraje agreste y solitario sobre una pequeña meseta a orillas del barranco
de Mascún. Se sitúa en el extremo norte de la comarca del Somontano, en zona
lindante con Sobrarbe y también con el Alto Gállego. Es accesible desde Las
Bellostas por restringida pista de tierra.
Aparece documentado desde el año 1293. Sabemos que en
el siglo XVI era propiedad de la familia Puértolas. En los fogajes de los años
1488, 1609 y 1646 es citado con dos fuegos. En 1950 todavía tenía 65
habitantes.
Durante el pasado siglo XX Letosa abrió siete viviendas;
sus nombres eran:
Giménez, Molinero, El Herrero, Blas, Sierra, Jorge y Piquero. Se construyeron alineadas sobre un bancal de
arenisca en la calle de San Úrbez, única calle del pueblo. A su alrededor se
distribuyen los correspondientes edificios de apoyo, brillando con luz propia
las bordas, que son magníficas.
El paso del tiempo ha destrozado Letosa, y la maleza
ha hecho el resto. En nuestra primera visita, hace unos 12 años, todavía podía
apreciarse la línea constructiva de la zona: grandes viviendas con sobrias
fachadas y sus correspondientes patios interiores. Hoy en día la ruina, la
maleza y el silencio, lo son todo en Letosa.
La iglesia se sitúa al noreste, originalmente fue
consagrada a San Jorge, pero en algún momento que desconocemos se le cambió la
advocación por la de San Úrbez. El exterior está totalmente engullido por la
maleza, haciendo que el acceso a su interior sea una verdadera odisea. Es una
obra del siglo XVII; presenta nave rectangular y ábside plano. Interiormente se
cubre con bóveda de medio cañón. También tenía torre campanario,
lamentablemente en el suelo desde hace un par de décadas.
No muy lejos del pueblo, junto al río Mascún,
encontramos el viejo molino de Letosa. A pesar de que su estado deja mucho que
desear bien merece una visita. Para llegar hasta el molino debemos tomar el
viejo camino que enlaza Letosa con Bagüeste, una vez en el Mascún, sin
cruzarlo, bajaremos paralelos sobre el cauce del río hacia nuestra derecha, hasta
que nos topemos con el molino.
Las fiestas grandes se celebraban el día 15 de octubre,
para Santa Teresa. Las pequeñas eran el día 17 de enero, para San Antonio.
Artículo publicado en El Cruzado Aragonés (agosto 2019).
Fotografía 2; Casa Javierre en el año 2012, antes de su derrumbe (Cristian Laglera)
Fotografía 3; Iglesia de San Úrbez en los años 80 (Adolfo Castán)
Fotografía 4; Interior de la iglesia en la actualidad (Cristian Laglera)
Fotografía 5; Hermosa borda (Cristian Laglera)