Morcat es uno de esos lugares que todos deberiamos visitar al menos una vez en la vida, uno de esos lugares que permanecen grabados en la retina del visitante durante mucho tiempo. El proceso de derrumbe de sus edificaciones es lento pero constante, cada vez que visito Morcat está un poquito peor que la vez anterior; rigurosamente cierto y triste. El pueblo está situado a 1100 metros de altitud en un privilegiado emplazamiento; desde allí vigila gran parte del Pirineo, el pantano de Mediano, Aínsa y Boltaña y como no, la Peña Montañesa.
El pueblo fue (y es) bellísimo. Durante el pasado siglo XX tan sólo mantuvo cuatro casas abiertas; tres de ellas se contruyeron escalonadas sobre una gran pendiente conformando una estanpa verdaderamente espectacular.
Sus habitantes vivieron de la agricultura (trigo, centeno, olivos) y de la ganadería (ovejas y cabras), fueron también buenos vendedores de madera y de leña debido a la gran abundancia de arbolado en los alrededores.
Destacan las ruinas de la iglesia románica de Santa María (s. XI). Es un templo de tres naves que en el siglo XVII sufrió importantes reformas: se le añadieron las capillas laterales y la torre. También se derumbó el ábside central para transformarlo en uno de cabecera plana, mas acorde con los gustos de la época. En el tímpano que hay bajo la puerta de entrada encontramos un crismón oscense de seis brazos.
Morcat fue abandonado debido a la falta de servicios básicos de primera necesidad y las malas comunicaciones que tenía; tras meses de negociaciones, los vecinos decidieron marchar vendiendo el pueblo a Patrimonio forestal para la repoblación de pinos. Lleida y Zaragoza (principalmente) fueron el destino de sus habitantes.
Morcat sigue vivo a pesar de llevar medio siglo abandonado, sus constantes vitales permanecen intactas en la historia. El viejo pueblo de Morcat, se refugia en la memoria.
Fotografía 1; Llegada a Morcat (Cristian Laglera)
Fotografía 2; Aproximación a la iglesia (Cristian Laglera)
Fotografía 3; Iglesia de Santa María (Cristian Laglera)
Fotografía 4; Interior de la iglesia (Cristian Laglera)
Fotografía 5; Casas Bara y Buil (Cristian Laglera)
Fotografía 6; Magnífica vivienda (Cristian Laglera)
Fotografía 7; Escuela (Cristian Laglera)