Linés
es una de las diminutas aldeas que antaño
pertenecieron a la localidad de Santa María de Buil. Actualmente está englobada
dentro del amplio municipio de Aínsa-Sobrarbe. Sus edificaciones se levantan en
una zona poco transitada entre los barrancos de la Fuente y el homónimo de Linés,
en plena sierra de Camporrotuno.
Es un lugar de escasas referencias documentales. Aparece
con 22 habitantes en el nomenclátor del año 1887. En 1930 contaba con 11
habitantes y dos viviendas.
La aldea se divide en dos diminutos barrios
comunicados entre sí por un bello camino medieval. Paseando por el despoblado
nos topamos con sus dos casas (Coronas y Sarrate) rodeadas de sus
correspondientes edificios auxiliares. Todas las edificaciones se encuentran en
ruina, apenas se conservan en pie las fachadas de las dos viviendas. La
vegetación, una vez más, va ocultando poco a poco cualquier recuerdo de vida
que allí hubo.
Casa Coronas es, en nuestra opinión, la más
destacada. Cuenta en sus bajos con un pequeño oratorio dedicado a San Hipólito.
Es una salita abovedada fechable en el siglo XVIII. En nuestra última visita
(año 2012) observamos que la cubierta de la capilla había cedido. Aquí se
celebraban solamente acontecimientos especiales, como las fiestas de la aldea,
algunas bodas, y claro, también algún funeral.
Al no disponer de iglesia los domingos y días festivos
los habitantes de Linés acudían hasta la iglesia de Santa María de Buil, lugar
hasta el que tenían una hora andando.
Lo
mismo ocurría con los niños para acudir a la escuela. En las tardes de
invierno, el maestro les dejaba salir antes para que no volvieran de noche a
casa.
Contaban
con una fuente donde se iba a buscar el agua de beber. También había dos
balsas, una que empleaban para lavar la ropa y otra para dar de beber a los
animales.
Las
fiestas se celebraban los días 13 y 14 de agosto, en honor a San Hipólito.
Venía gente de poblaciones cercanas como: La Capana, Pueyo de Araguás, Guaso,
Morcat o Camporrotuno. Preparaban abundante comida y hacían baile con una gramola que traían del
hoy también deshabitado lugar de La Capana. El primer día de las fiestas
llegaba el cura de Santa María de Buil y se hospedaba en casa Coronas.
Celebraban dos romerías. La primera era el día 15 de mayo, y se iba a la ermita de San Lino. La otra se celebraba en la ermita de la Virgen de la Sierra, el día 8 de septiembre.
Artículo publicado en El Cruzado Aragonés (octubre 2018).
Fotografía 1; Llegada a Linés. Viviendas engullidas por la vegetación (Cristian Laglera)
Fotografía 2; Capilla de casa Coronas (Cristian Laglera)
Fotografía 3; Pajar de casa Coronas (Cristian Laglera)
Fotografía 4; Hermoso "camino medieval" (Cristian Laglera)