Fue un lugar de mediano tamaño, durante el pasado siglo XX tuvo un máximo de 11 casas abiertas. La mayoría son viviendas amplias, de mampostería, hay un par de ellas en perfecto estado que reciben visitas esporádicas.
En el casco urbano encontramos buenas muestras de arquitectura popular, también encontramos una vieja aventadora o una prensa de vino de considerable interés. La mayoría de la gente abandonó el pueblo en la década de los setenta, aunque hasta hace unos pocos años (2004) en Chiriveta todavía había tres personas censadas.
La iglesia de Nuestra Señora de la Piedad mantiene un aspecto digno. Se construyó a mediados del siglo XIX. Es un templo de nave rematada en testero plano con elegante torre campanario.
No podemos olvidarnos de la ermita románica de Nuestra Señora del Congost. Se sitúa bellamente sobre un cortado rocoso que se eleva sobre el río Noguera Ribagorzana. Se accede por un bello camino de herradura que nace desde la iglesia parroquial (40 minutos). Posiblemente esta ermita fue la antigua parroquial de alguna desaparecida población medieval. Presenta nave rectangular y ábside de tambor, perfectamente orientado al sol naciente.
Fotografía 1; Iglesia parroquial (Cristian Laglera)
Fotografía 2; Casa Puyané (Cristian Laglera)
Fotografía 3; Ruinas de una de las viviendas (Cristian Laglera)
Fotografía 4; Prensa de vino (Cristian Laglera)
Fotografía 5; Ermita de Nuestra Señora del Congost (Cristian Laglera)
Fotografía 1; Iglesia parroquial (Cristian Laglera)
Fotografía 2; Casa Puyané (Cristian Laglera)
Fotografía 3; Ruinas de una de las viviendas (Cristian Laglera)
Fotografía 4; Prensa de vino (Cristian Laglera)
Fotografía 5; Ermita de Nuestra Señora del Congost (Cristian Laglera)