Las escasas ruinas de Lartosa reposan bajo las aguas del embalse de Búbal desde el año 1969; las encontramos muy cerca de la carretera que enlaza Biescas con Formigal.
La primera mención documental de Lartosa, relacionada con San Juan de la Peña, es del 22 de junio de 1394: "El Monasterio de San Juan de la Peña atreuda a Raimundo de Lartosa, a su hija Martina y sus descendientes la iglesia de Santa María de Lartosa, en el valle de Tena, una casa contigua a la iglesia con sus términos y heredades. Quedan obligados a abonar cada año al prior de Cercito-Acumuer tres cahíces de cereal y una cena, además de cuidar del mantenimiento de la iglesia". Ya en el año 1845 Pascual Madoz solamente contabilizó una casa y destacó su molino harinero.
Destaca una pequeña iglesia románica dedicada a Santa María. Es un pequeño templo de una sola nave con cabecera semicircular orientada al este, algunos expertos se atreven a fecharla a mediados del siglo XII. Perteneció al monasterio de San Juan de la Peña, concretamente a su priorato de Cercito.
A finales de los años veinte del pasado siglo XX la casa y la iglesia sufrieron un grave incendio que redujo la iglesia a un estado ruinoso. Poco después, la iglesia fue reconstruida por sus antiguos propietarios respetando su planta original.
Fotografía 1; Ruinas de Lartosa al descubierto (J.M.Navarro)
Fotografía 2; Iglesia de Santa María (J.M.Navarro)
Fotografía 3; Antiguo puente, todavía en pie (J.M.Navarro)