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ABENOZAS









Abenozas es uno de los pueblos deshabitados que alberga el amplio municipio de Graus. Se localiza a 1122 metros de altitud, es por consiguiente, el pueblo más elevado del municipio. Es accesible por una pista de tierra de algo más de 7 kilómetros que tomaremos desde la carretera que enlaza las poblaciones de la Puebla de Fantova y Centenera, previo paso por el despoblado de Torruella de Aragón.

Su primera cita documental data del año 1231. Es un documento por el que Arnaldo de Sancta Listra y su mujer Miranda renuncian, en favor del monasterio de Obarra, a la novena y a cualquier censo sobre los hombres de Sancti Quirici. También sabemos que Abenozas fue señorío de la casa de Bardají de Graus, magnífica casa solariega del siglo XVII situada en plena plaza mayor de Graus.

Alcanzó su techo poblacional en el año 1920, censando 195 habitantes. Por aquel entonces mantenía 12 casas abiertas.

Abenozas está dividido en dos barrios bien diferenciados, situados a escasa distancia el uno del otro, ya que, no hay más 300 metros entre ambos. Curiosamente a medio camino de ambos se halla la destechada escuela. Es un alargado edificio de planta rectangular de una sola altura.

El barrio alto se sitúa sobre un montículo. Sus sencillas edificaciones se agrupan alrededor de la iglesia románica de San Cristóbal, sin duda, el edificio más destacado del núcleo. Se trata de un templo de nave única rematado en ábside plano. Antiguamente debió de sufrir alguna reforma de importancia en la que se le amputó el ábside semicircular. El acceso se realiza por una puerta dovelada en arco de medio punto abierta en el muro sur. En la cabecera hay una fecha pintada con fecha de 1827; posiblemente se trata del año de su última reforma.

En el barrio bajo se localizan la mayoría de las viviendas. Allí encontramos una serie de casas con puertas adinteladas, balconadas y pasos abovedados de gran interés. Precisamente el barrio bajo mantuvo una casa abierta hasta finales del año 2013. Se trataba de casa Tobeña, que estuvo habitada hasta esa fecha por un único vecino, que falleció en el pueblo. De esta triste manera Abenozas quedaba oficialmente deshabitado.

A un kilómetro escaso del barrio alto se sitúa la ermita de la Virgen de los Baños. Es un edificio construido en el siglo XVIII ampliamente remodelado en el XX. Consta de una sola nave dividida en dos tramos y cabecera recta. A ambos lados de la nave su sitúan sendos pórticos cubiertos con teja árabe.
A pesar del abandono del núcleo todos los años siguen acudiendo en romería hasta la ermita de la Virgen de los Baños los habitantes y descendientes de los pueblos de Aguilar, Abenozas, Torruella de Aragón, Merli, Nocellas, Esdolomada y Bacamorta.


Antes de finalizar no queremos olvidarnos de otra ermita muy desconocida situada a poniente de Abenozas, sobre un emboscado tozal en una zona llamada “las Artigas”. Está dedicada a San Miguel. Es una sencilla edificación dieciochesca construida con aparejo de mampostería, de una nave con cabecera plana. Interiormente la nave se cubre con estructura de madera y la cabecera con bóveda de medio cañón; exteriormente lo hace con losas.


Artículo publicado en El Cruzado Aragonés (octubre 2018).


Fotografía 1; Abenozas  (Cristian Laglera)
Fotografía 2; Iglesia de San Cristóbal  (Cristian Laglera)
Fotografía 3; Barrio bajo  (Cristian Laglera)
Fotografía 4; Barrio alto (Cristian Laglera)
Fotografía 5; Escuela  (Cristian Laglera)
Fotografía 6; Ermita Virgen de los Baños  (Cristian Laglera)