En esta ocasión nos desplazaremos a tierras ribagorzanas
para ocuparnos del pequeño caserío de Santa Eulalia de Betesa, englobado dentro
del amplio municipio de Arén. Hasta el año 1966 perteneció al desaparecido municipio
de Betesa, integrado en la actualidad en el de Arén. Santa Eulalia de Betesa se
sitúa al norte del valle del río Noguera Ribagorzana, en la zona más oriental
de Ribagorza, con la sierra de Sis como magnífico telón de fondo.
Se trata de un pequeño caserío de dos viviendas
deshabitado desde comienzos de la década de los setenta. Por aquel entonces,
siempre según el nomenclátor oficial, mantenía un total de ocho habitantes.
Sus dos viviendas se hallan en estado ruinoso. Están
situadas al borde del abismo, con unas magníficas vistas de Betesa y de una
buena parte del valle. Las casas son grandes, pero no están desarrolladas en
altura. Tienen dos plantas, puertas en arco de medio punto y balcones
orientados al este y al sur.
Unos metros al norte de las viviendas, presidiendo,
se encuentra una de las joyas más desconocidas (en nuestra opinión) de la alta
Ribagorza. Allí se sitúa la ermita románica de Santa Eulalia, templo alzado en
las primeras décadas del siglo XIII. La ermita presenta un aspecto magnífico, y
es que tuvo la fortuna de ser restaurada en el año 1994 cuando había sufrido el derrumbe
de una parte de su muro norte. También tenía varias grietas en el muro sur y
estaba engullida por la vegetación.
La
ermita presenta nave única y rectangular techada con bóveda de cañón apuntada.
La cabecera, que está cubierta con bóveda de cuarto de esfera, es semicircular
y está orientada al este. Centra el ábside un alargado vano aspillerado
derramado hacia el interior. En la portada de acceso (lado sur) hay un bonito
crismón trinitario de siete brazos.
La
belleza de la ermita sumada a la del paisaje hace que la visita sea una
auténtica delicia, sin duda una excursión muy recomendable. Llegaremos por
medio de una pista de firme pedregoso de un kilómetro escaso que tomaremos en
el núcleo de Betesa; todo el tramo se realiza en brusca subida por lo que es
imprescindible un buen vehículo todoterreno. A pie algo más de media hora.
Artículo publicado en El cruzado Aragonés (julio 2019).
Fotografía 1; Santa Eulalia de Betesa (Marina González)
Fotografía 2; Vivienda (Cristian Laglera)
Fotografía 3; Ermita de Santa Eulalia (Cristian Laglera)
Fotografía 4; Cabecera (Cristian Laglera)