Arasilla fue un antiguo núcleo de origen medieval reconvertido con el paso de los siglos en pardina. Se localiza a unos dos kilómetros al sureste de Ipiés, con acceso por complicada red de pistas de tierra.
Y es que muchas de nuestras pardinas (especialmente en La Jacetania) tienen su origen en antiguas poblaciones medievales generalmente deshabitadas durante los siglos XIV y XV, que alguna persona aprovechando los edificios y las piedras mantuvo en uso, empezando por la vivienda, los corrales, los pajares e incluso la iglesia.
El documento más antiguo en el que aparece citado Arasilla data del año 1004, en él se dice que Aznar Fortuñones da al monasterio de San Juan de la Peña media viña en “Aresella”. Ya posteriormente Arasilla perteneció durante muchos años al desaparecido municipio de Jabarella, a día de hoy pertenece a Sabiñánigo.
Lo que encontramos hoy en Arasilla son dos viviendas rodeadas de sus correspondientes edificios de apoyo, también encontramos las ruinas de una iglesia románica y los posibles restos de una torre defensiva de la que se conservaría solo la planta.
La iglesia es un edificio de una sola nave orientada finalizada en ábside semicircular. Es fechable en la primera mitad del siglo XII. El interior de la nave está totalmente devorado por la maleza.
Al oeste de la iglesia, sobre una zona todavía más elevada desde donde se domina una gran parte del valle encontramos la planta de lo que pudo ser una torre defensiva de las muchas que fueron levantadas por toda la provincia.
Fotografía 1; Llegada a Arasilla (Cristian Laglera)
Fotografía 2; Vivienda (Cristian Laglera)
Fotografía 3; Restos de la iglesia (Cristian Laglera)
Fotografía 4; Ruinas de la torre defensiva (Cristian Laglera)