A estas alturas de la película no pensaba encontrarme una sorpresa como la que me llevé hace unas pocas semanas cuando visité las casas de Turuñana (Hoya de Huesca). Y es que a pesar de sus pequeñas dimensiones es un lugar muy agradecido de visitar, tal y como veréis a continuación.
Las casas o venta de Turuñana, es un pequeño caserío deshabitado situado a medio camino de Ortilla y Ayerbe. Tiene acceso por sendas pistas de tierra que podemos tomar bien desde Ortilla o bien desde el castillo de Mondoz; son pistas largas, pero se pueden transitar con turismo sin grandes dificultades.
Se sitúa junto a la antigua línea de tren que comunicaba Zuera con Ayerbe. El ramal de Turuñana se inauguró en el año 1928, en pleno funcionamiento de la línea Zaragoza - Pau.
Centrándonos ya en el núcleo, encontramos una gigantesta vivienda rodeada de sus correspondientes edificios de apoyo. Junto a la casa hay un enorme establo y también un pajar con dos viejas aventadoras en su interior.
Destaca una bonita capilla levantada con buena piedra sillar de la que no he podido averiguar su advocación. Es un templo de planta cuadrangular, con cabecera recta y pequeña hornacina huérfana de santo. La puerta de acceso dovelada abre a los pies.
A escasos 300 metros del caserío podemos ver la abandonada estación de tren de Turuñana; el aspecto que presenta es fantasmagórico, y es que, para la vieja estación de Turuñana, cualquier tiempo pasado fue siempre mucho mejor.
Fotografía 1; Casas de Turuñana (Cristian Laglera)
Fotografía 2; Vivienda (Cristian Laglera)
Fotografía 3; Capilla de la vivienda (Cristian Laglera)
Fotografía 4; Interior de la capilla (Cristian Laglera)
Fotografía 5; Estación de Turuñana (Cristian Laglera)
