Una vez en El Llenero vemos que el conjunto está protegido por un muro perimetral considerablemente largo. Dentro del muro, protegida, se alzó la vivienda. Destaca la muralla en su lado occidental, en lo que era un sistema defensivo impecable.
La vivienda, de tres plantas y notable volumen, se encuentra destechada y en precario estado. Pudimos conocerla en pie gracias a unas viejas fotografías de Adolfo Castán.
En un lateral se ubica la capilla moderna. La puerta de acceso, en arco de medio punto dovelado, se encuentra bloqueada por los escombros producidos por el derrumbe de la cubierta, imposibilitando el acceso a su interior. En su parte superior se localiza un escudo de armas y por encima de este, un pequeño óculo de iluminación.
La capilla antigua -la románica-, se localiza al norte del conjunto, dentro del recinto fortificado. Apenas perviven en pie varias hiladas del cilindro absidal, canónicamente orientado. Hay que mirar dos veces para reconocerla.
Fotografía 1; El Llenero (Cristian Laglera)
Fotografía 2; Fachada principal (Cristian Laglera))
Fotografía 3; Capilla moderna (Cristian Laglera)
Fotografía 4; Ábside de la capilla románica (Cristian Laglera)